El cerro de la Valvanera es uno los puntos turísticos y ecológicos más importantes del departamento de Cundinamarca. El cerro esta ubicado a 2 km del parque central de Chia y se puede llegar a pie desde el por el sendero de escaleras o se puede tomar la ruta larga desde el municipio Cota. nosotros decidimos hacer el recorrido largo.
Uno de los atractivos que tiene este recorrido desde el municipio de Cota, es como el municipio a adaptado el turismo como un medio sostenible para su desarrollo, conviviendo en armonia con los campos cultivados por el hombre, los campos florecidos y la infraestructura construida por las personas que habitan en el municipio.
TURISMO SOSTENIBLE.
Continuando con nuestro recorrido desde el municipio de Cota hasta el Cerro de la Valvanera, observamos que uno de los ejes principales de la economía del municipio es el turismo, es por eso que los fines de semana cientos de viajeros provenientes de Bogotá eligen este destino el cual esta a una hora de la capital, con el fin de poder tener contacto con el campo. Pero lo que lo hace realmente interesante a este tipo de economía es que ninguno de estos negocios o atractivos turísticos transgreden de manera invasiva en el ecosistema sino que muchos de ellos se adaptan de manera orgánica a el, es por eso que podemos observar restaurantes, viveros y puestos de frutas que conviven de manera armónica con el paisaje verde y con el ecosistema.
RELACIÓN CAMPO - HOMBRE
Continuando con nuestro recorrido hacia el cerro de la Valvanera y dejando de lado el aspecto turístico y económico, pudimos observar que en algunas zonas de esta región todavía existe esa relación campo - hombre, donde los campesinos ven como una benefactora a la tierra y estos se encargan de cuidarla día a día, asi mismo tiene esa relación con los animales que ellos crían para poder consumir y venderlos, pero siempre en una perfecta ecuación en donde ellos saben que es la naturaleza quien les brinda lo necesario y por ende no ven necesario exigirle más de lo que esta puede ofrecerles.
En el camino encontramos a varios de grupos de campesinos que nos iban indicando el camino más corto, o más plano o más despejado para poder llegar al cerro de la Valvanera y pudimos darnos cuenta que sin importar donde los encontráramos siempre tenían una sonrisa, una recomendación o una anécdota de ese camino, lo que nos hizo pensar sobre quienes eran las personas civilizadas, ellos que aunque no tienen las ayudas tecnológicas que tenemos nosotros con el fin de hacer más fácil nuestras vidas, siempre están dispuestos a ayudar o escuchar a otro ser humano sin pensar que este le va a hacer daño o espera algo a favor, o nosotros que siempre estamos con esa mirada de desconfianza o con un gesto de amargura cuando alguien se nos acerca para preguntarnos algo.
NUESTRA LLEGADO AL CERRO
Nuestra llegada al cerro de la Valvanera se produjo sin contratiempos y lo primero que pudimos observar es que en esta zona de Cundinamarca, un tanto desconocida para quienes vivimos en Bogotá, es que habitan gran cantidad de arboles, plantas y aves nativas de la región y que muy pocas veces podemos ver reunidas en un solo lugar.Lo primero que nos recibe es una imagen imponente y majestuosa de la Iglesia de Nuestra Señora de la Valvanera, la cual fue construida el 6 de enero de 1937 y según los habitantes de la región al tocar los decorados de la puerta se cumple la plagaría por la que usted subió y unos metros más adelante una pequeña cruz de cemento vigila al municipio de Chia, sus habitantes han logrado que este cerro se mantenga como un atractivo para el ecoturismo, pero más que eso reconocen su importancia para el desarrollo de la región cuidando y conservando la fauna y la flora que en el habitan.